Hitler aprovechó el estado de perpetua inestabilidad al que la Alemania del período de entreguerras había estado sometida para acceder al poder. Gracias a un discurso nacionalista y a una política populista logró granjearse la simpatía de una buena parte del pueblo alemán. Sin embargo, el autoritarismo con que dirigió los asuntos interiores y el belicismo que caracterizó su política exterior no tardaron en enfrentarlo a los gobiernos de otros países: la invasión de Polonia emprendida por el ejército alemán el 1 de septiembre de 1939 desencadenó la Segunda Guerra Mundial, la primera conflagración bélica a escala verdaderamente planetaria. El siguiente vídeo muestra el desarrollo de la Segunda Guerra Mundial.
lunes, 17 de agosto de 2009
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